Sobre Nosotros
Detrás de Las Vajillas de Martha existe una historia llena de viajes, recuerdos de la infancia y pasión por Portugal y su cerámica. Una historia a la que se suma el deseo de combinar mesas bonitas con comidas especiales.
LA AVENTURA DE LAS VAJILLAS DE MARTHA: más allá de los platos.
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Soy venezolana, hija de gallegos, y emigre en el 98 a España. Una decisión familiar que me ha dado muchas alegrías no solo a nivel personal sino profesional. Soy periodista y desde pequeña además de adorar Galicia también tenía cierta debilidad por Portugal.
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Solía ir en coche al país vecino cuando venía de vacaciones. Recuerdo el paso en la frontera, un camino lleno de curvas y muy verde con un puesto de la Guardia Civil que nos revisaba todo. Mientras mi padre disfrutaba de la gastronomía, mi madre buscaba vajillas y manteles.
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Ahora mis viajes a Portugal son más frecuentes y los hago con mi marido y mis hijos. A mi interés por los mercadillos, le sume la compra en el supermercado y unos cuantos amigos portugueses. En mi nevera siempre hay mantequilla con sal, zumo de maracuyá y Agua das Pedras. Y para mi mesa, siempre hay algunas cajas de vajilla portuguesa.
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Mi colección de vajillas se ha ido enriqueciendo con piezas individuales y juegos completos, que he ido seleccionando con el verbo “combinar” en mente. En un par de años, he comprado más de 50 vajillas. Muchas de las cuales ya no tengo y están en casa de amigos y familiares.
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En mis mesas no solo ponía platos bonitos, sino también manteles y linos. Filipo, Patricio y Romeo son tres maravillosos expertos que conocí en los mercadillos. Siempre están llenos de ideas y recomendaciones para darle a mis mesas un toque único con manteles originales o confeccionados con retales de lino.
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Un día durante una comida, unimos mi afición con el espíritu emprendedor de mi marido y unos amigos venezolanos. Les pregunté por qué no traíamos un trocito de Portugal a Madrid. Y así nació Las Vajillas de Martha.
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Un pequeño rincón de Portugal en Madrid, con todo lo que amo: vajillas, cristalería, manteles, lino, jarrones, bandejas y le hemos sumado vinos y aceite de oliva. Ahora solo me falta el supermercado.
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Martha